Aproximación al estudio y conocimiento del término municipal de ORELLANA la VIEJA

 

Índice de contenidos
1. Situación geográfica

2. Límites administrativos   y naturales
3. Extensión
4. Descripción topográfica del relieve
5. Incidencia de la topografía en las comunicaciones
6. Algunas consideraciones geológicas
7. Tipos de suelos
8. Climatología
9. Hidrografía
10. Epílogo y bibliografía

1. Situación geográfica

Orellana la Vieja está situada al Noreste de la provincia de Badajoz; hallándose, por tanto, en la denominada Baja Extremadura. El núcleo de la población se encuentra próximo a donde se alza la presa de su mismo nombre sobre el Guadiana —en su margen derecha— que abastece de agua al Plan Badajoz.

Las coordenadas geograficas del pueblo son:

Latitud Norte:              39º 00' 45"

Longitud Oeste:           05º 31' 40"

Tratar de encuadrar a Orellana en un comarca natural tiene sus problemas, debido al hecho de encontrarse en una zona de transición entre las comarcas de la Serena —cuyo límite norte podemos establecer en los ríos Zújar y Guadiana e incluso hasta la Sierra de Esparragosa de Lares y Puebla de Alcocer— la Siberia Extremeña —al Norte de la Serena— y Vegas Altas del Guadiana, cuya cabecera son el Embalse y Canal de Orellana.

No obstante, consideraremos a Orellana dentro de la Siberia, puesto que en alguna ocasión se la ha denominado Puerta de la Siberia; aunque si quisiéramos ser más estrictos hemos de considerar y aceptar que los caracteres físico-geográficos siberianos están muy diluidos, encontrándonos con otros propios de la Serena. La razón última de considerarnos Siberia Extremeña quizás debamos fijarla en el querer más que en el ser, aparte de que también hay estudios que nos sitúan en la referida comarca[1].

En cuanto a la situación del núcleo urbano de población dentro del término municipal, sólo aclarar que se encuentra en una posición excéntrica, más concretamente en el cuadrante Sureste.

Al analizar la situación relativa de Orellana la Vieja con respecto a la capital administrativa provincial hay que considerar que por encontrarse Badajoz capital en una posición tan extrema, resultan enormes las distancias de muchas poblaciones que se encuentran en el lado opuesto de la misma. Este es el caso de Orellana la Vieja distante por carretera 138 km. y en línea recta 125 km. aproximadamente, observándose que la diferencia de ambas magnitudes no es muy elevada debido a la facilidad topográfica que supone el trazado de las carreteras N-430 y N-V que discurren a la vera del río Guadiana sin tener que salvar ningún obstáculo notable. Resaltemos, pues, la enorme distancia que separa Orellana de Badajoz, superada, no obstante, por otras poblaciones de la Serena y Siberia Extremeña.  

 

 

2. Límites administrativos y naturales

El término municipal de Orellana la Vieja limita con el de Acedera por el Norte y Oeste; con Navalvillar de Pela al Noreste; Orellana de la Sierra u Orellanita por el Este; Esparragosa de Lares al Sureste; al Sur con Campanario y al Suroeste con los términos de La Coronada y Don Benito. Esto en lo que respecta a los límites administrativos, pues, límites propiamente naturales tan sólo se aprecian nítidamente al Sur con el río Guadiana y al Este con la Sierra de Orellanita y —como prolongación y con dirección Norte— la Sierra de Orellana, en cuyo extremo más septentrional se encuentran restos del castro prerromano de Villavieja.

Queremos resaltar el peculiar contorno del término, en forma de "pera mordisqueada", que podría ser encuadrado dentro de un triángulo cuyos vértices serían: al Norte el ya citado poblado o castro de Villavieja; al Sureste, sobre las aguas del Guadiana, en la confluencia de los términos de Orellana de la Sierra, Esparragosa de Lares, Campanario y el de Orellana; y al Suroeste, en la denominada Isla de Perales (Molino Nuevo de los Abades), también llamada Isla del Vado de los Jabalíes (vulgarmente en la localidad se dice: Vao de los Jabales.  

 

3. Extensión

El término municipal de Orellana es muy pequeño en superficie comparado con los términos colindantes, pues si exceptuamos el de Orellana de la Sierra, los demás tienen todos una extensión superior a los 37'5 km2 que tiene el nuestro. Esto traerá como consecuencia que al calcular la densidad de población de Orellana salga una elevada cifra en comparación con el resto de los pueblos de la denominada Siberia Extremeña, e incluso tendrá un nivel europeo muy superior a la media nacional, ya que pasa de los 120 habitantes por km2 —concretamente para el año 1978 era de 126'82 hab./km2— mientras que la media de la Siberia en ese mismo año era sólo de 13'1 hab./km2, y la densidad nacional de 67 hab./km2.

SIBERIA EXTREMEÑA: POBLAMIENTO y DENSIDAD, 1978

 

MUNICIPIO

Superficie en Km2

Categoría

Distancia Badajoz

Altitud

Población

Densidad

BATERNO

62,1

VILLA

205

464

519

8,35

CASAS de DON PEDRO

142,3

VILLA

160

386

2.159

15,15

CASTILBLANCO

114,6

VILLA

203

505

2.065

18,01

ESPARRAGOSA del Caudillo

210,2

VILLA

167

503

1.567

7,45

Galizuela

 

Aldea

3

 

 

 

FUENLABRADA de los Montes

190,0

VILLA

205

534

2.361

12,42

GARBAYUELA

83,0

VILLA

193

504

714

8,60

GARLITOS

192,2

VILLA

206

522

1.006

5,23

HELECHOSA

309,1

VILLA

234

463

948

3,60

Bohonal

 

Aldea

54

 

 

 

HERRERA del DUQUE

282,9

VILLA

194

471

4.216

14,90

Peloche

 

Aldea

8

 

 

 

NAVALVILLAR de PELA

248,0

VILLA

148

368

5.640

22,64

ORELLANA la SIERRA

17,0

VILLA

144

403

666

39,17

ORELLANA la VIEJA

37,5

VILLA

138

351

4.756

126,82

PUEBLA de ALCOCER

307

VILLA

165

527

2.187

7,12

Risco

40,3

Lugar

197

515

223

8,01

SANTI SPÍRITU

32,7

VILLA

194

466

497

15,19

SIRUELA

198,7

VILLA

110

710

2.905

14,61

TALARRUBIAS

333,3

VILLA

171

435

4.488

13,46

Puerto Peña

 

Poblado

14

 

 

 

TAMUREJO

29,3

VILLA

203

462

434

14,81

VALDECABALLEROS

93,2

VILLA

191

419

1.363

14,62

VILLARTA de los MONTES

124,4

VILLA

233

539

1.103

8,86

  TOTALES

 

3.047,8

 

 

 

  39.817

MEDIA 13,06

Fuente.- GABIRIA, M.; MEJIAS, F.; BAIGORRI, A.; SERNA, J. y colectivo: El modelo extremeño, Ed. Popular, Madrid 1980, p. 40.  

 

4. Descripción topográfica del relieve

Al encontrarse situada Orellana en la región natural de la Submeseta Sur, cuya altitud es ya inferior a la de su homónima septentrional, y, además, encontrarnos en la parte más occidental, en el claro declive de la Submeseta meridional hacia la costa Atlántica, del que es buena prueba la dirección y sentido que siguen los ríos principales de Extremadura.

Pese a encontrarse Orellana la Vieja a orillas del Guadiana, tiene una altitud bastante considerable, 351 metros, al erigirse en la zona límite del declive que baja hacia el lecho del río. A su vez nos encontramos a pie de una sierra que pertenece a las estribaciones de los Montes de Toledo que corren de Este a Oeste por la franja central de Extremadura, entre los ríos Tajo y Guadiana, por encima prácticamente del límite administrativo de las dos provincias extremeñas.

Observando el Mapa Topográfico Nacional 1: 50.000 (hojas 754, 755 y 779) se pueden apreciar tres zonas del término con relieve bien diferenciado. (Para los no familiarizados con las curvas de nivel aclararemos símplemente que cuanto más próximas estén las citadas curvas más escabroso es el relieve, mientras que curvas separadas indican pendientes más suaves).

Las unidades del relieve que distinguimos en el término municipal son:

A) Al Este y Nordeste, formando frontera natural bien patente con Orellanita y Navalvillar de Pela respectivamente, se encuentra la Sierra de Orellana con dirección Norte-Sur, que antes de llegar al núcleo de población cambia su orientación hacia el Este para constituir la Sierra Morena o de Orellanita, cuya altitud máxima es de 772 metros. A su vez, la prolongación de ésta da lugar a la denominada Sierra de Pela con orientación nuevamente al Norte y alturas máximas en la Loma de Valdepostrero (715 m.) y Pedriza Vieja (704 m.). Frente a la Sierra de Pela y más al oriente se halla el Monte Repica de 698 metros de altitud en la Sierra de Maribáñez que cuenta con otras dos elevaciones de alturas superiores a los 600 metros. Entre las sierras de Orellana y Pela se encuentra la Sierra de Enmedio (696 m.) que cierra al Norte el valle formado por las dos serranías anteriormente citadas.

Una vez descritas las sierras que se extienden al Este y fuera de los límites administrativos de Orellana, volvamos dentro de ellos para resaltar las principales alturas de la sierra local.

Justo en el punto más septentrional del término y limitando con Acedera y Navalvillar de Pela se encuentra el Alto de Villavieja con una altitud aproximada de 600 metros. Más al Sur tenemos otra elevación de 682 m. —en el límite con Navalvillar de Pela— máxima cota del término municipal de Orellana. En la caida entre esta última elevación y el ya mencionado monte de 722 m., en el término de Orellanita, se encuentra el denominado Puerto que comunica con el Valle por medio del camino de Orellana a Navalvillar de Pela.

Del aprovechamiento agrario de la Sierra cabe decir que es principalmente olivarero, aunque también existen algunos huertos, en los lugares donde se encuentra agua, como ocurre por ejemplo en la Fuente del Caño.

B) Otra zona —bien diferenciada de la anterior— o unidad de relieve del término lo constituye todo el Centro, Oeste y Noroeste del mismo: la Penillanurade los Sevellares. Es un terreno mucho más llano con altitudes entre 320 y 380 metros aproximadamente, con declives muy suaves por cuyas vaguadas corren arroyos que acaban desaguando, fuera del término, en el Guadiana. Esta zona es la mayor de las tres que estamos considerando y la que posee las tierras más aptas para la agricultura. Son suelos pardos mediterráneos, como luego veremos, que según el Mapa Agrológico Nacional para la Provincia de Badajoz son suelos de segunda clase, o sea, excelentes tierras de secano que, además, necesitan poca cantidad de agua, por lo que se explican las buenas cosechas de la campaña 1980-81, pese a la persistente sequía padecida durante aquel año.

C) Ya en la parte Sur del término nos encontramos con un terreno más abrupto al descender rápidamente en muy corto espacio hacia la orilla derecha del Guadiana. En esta zona son de destacar los denominados Cerro Gordo, Cerro de la Herrería de 358 m., los Cerros del Coto de 371 y 385 m. y sobre todo el Cerro del Viso de 389 m. de altitud. En el Suroeste del término, entre los caminos de herradura de La Coronada y de Villanueva, existe otra elevación de 384 metros.

Dentro de la zona que estamos considerando, al Sureste, antes de la construcción de la Presa de Orellana, existieron unas fértiles huertas a orillas del río. En la actualidad están inundadas las tierras por debajo de la cota de 320 m., y repobladas de eucaliptus y escasos pinos y abetos toda la margen derecha del embalse de Orellana, continuando el proceso erosivo de esas vertientes, ya de por sí muy erosionadas y con afloraciones muy abundantes de pizarras. Obsérvese en el Mapa Topográfico Nacional cómo esa zona era tierra de labor y, aunque con pendientes eran cultivadas anualmente, según nos han informado agricultores locales de más edad.

Como resumen de la descripción topográfica del término municipal de Orellana apuntaremos que la diferencia altitudinal del mismo es de 402 metros, existiendo una clara diferenciación en tres unidades que han condicionado a lo largo del tiempo el aprovechamiento agropecuario de sus tierras; dedicándose la Sierra al aprovechamiento olivarero en sus vertientes, que han sido mejoradas mediante la construcción de peanas que han impedido o retrasado la erosión. Ocasionalmente se ha realizado una explotación hortofrutícola y pecuaria con ganado cabrío. La penillanura de los Sevellares —segunda unidad del relieve descrita— por ser la más favorable para la agricultura ha recibido una explotación bastante intensiva complementada con el aprovechamiento de las rastrojeras por ganado lanar. Y, por último, las vegas del Guadiana y declives han sido aprovechados como queda apuntado en el epígrafe C de las unidades del relieve.

Para complementar este capítulo incluimos, además de una copia del M.T.N., escala 1: 50.000, un dibujo esquemático de las unidades del relieve descritas, varios cortes topográficos realzados y una fotografía aérea donde pueden observarse las características topográficas descritas anteriormente.

 

 

5. Incidencia de la topografía en las comunicaciones

"... en los caminos comprendidos en esta jurisdicción no se han conocido desgracias".

Con esta respuesta dada al Interrogatorio que la Real Audiencia de Extremadura realizó en1891, queremos introducir este apartado, haciendo notar que las "desgracias" a que alude la cita debían ser de orden delictivo, no extrañándonos, habida cuenta de las escasas riquezas que debían circular por estos caminos en el siglo XVIII, y por lo despejado de la topografía, en la que exceptuando los trazados que discurrían por la Sierra (el de Navalvillar de Pela y el que se dirige a Villavieja), no se aprecian zonas en las que fuese fácil realizar asaltos o golpes de mano amparados en las sinuosidades del terreno.

Ayudándonos del Mapa Topográfico Nacional (M.T.N.) 1: 50.000 (edición de 1940) hemos trazado un mapa del término municipal de Orellana donde se ven reflejados la práctica totalidad de los caminos existentes en la jurisdicción del municipio.

Observando el mapa se aprecia que los caminos tienen un trazado radial a partir del núcleo de población. A continuación realizaremos el análisis topográfico de las tres carreteras que llegan a Orellana y la descripción de los caminos de "herradura" y "carreta".

De las carreteras actuales, la de Acedera a Orellana es la más suave en su trazado, por seguir una dirección Noroeste, que discurre por altitudes entre los 320 y 360 metros. Puede apreciarse que dentro del término cruza en varias ocasiones la curva de nivel de 360 m., siendo por tanto los escasos desniveles debidos a las vaguadas por donde discurren el Arroyo de la Arrayanada, los que desembocan en él y el de la Albufera.

Señalaremos, también, que esta carretera es la que más rápidamente nos pone en contacto con la N-430 (Badajoz-Valencia), vía principal de nuestra comarca.

La carretera que nos conduce a Navalvillar de Pela por Orellana de la Sierra es, dentro de nuestro término, poco accidentada; no así en el de las poblaciones citadas, por estar ambas en las estribaciones de serranía, teniendo que adaptar su trazado sinuoso al de las curvas de nivel que circundan las sierras de Orellanita, Pela y Maribáñez.

Por último, la carretera de la Dehesa, de construcción reciente, sigue una topografía —dentro de nuestro término— bastante sinuosa a través de lomas y vaguadas que bajan hacia el Guadiana. Por ella accedemos también a la N-430, siendo muy utilizada para ahorrar unos kilómetros cuando nos dirigimos a los centros comerciales y administrativos de Villanueva de la Serena, Don Benito, Mérida o Badajoz. Su trazado no aparece en el M.T.N. y nosotros solamente lo esbozamos por no tener cartografía específica a consultar, considérese que esta vía fue construida cuando se realizaron las presas de Orellana y Zújar y aún no se han publicado las hojas actualizadas de la cartografía a que aludimos. En sentido contrario al citado líneas más arriba, esta carretera nos conduce por la Presa de Orellana a la comarca de la Serena (Campanario, Castuera, Cabeza del Buey y otras poblaciones) y a través de Puebla de Alcocer y Esparragosa de Lares a los restantes pueblos de la Siberia Extremeña.

De la calidad y estado de conservación de las referidas carreteras, hasta hace escasos meses, no podemos más que decir y recalcar sus difíciles trazados, precariedad del firme y no demasiada buena señalización, pese a los parcheos y ocasionales acondicionamientos. No obstante, recientemente (finales de 1995) se han terminado las obras de mejora de las carreteras que nos unen a Campanario y la Serena, así como la que nos conduce a Navalvillar de Pela por Orellanita. Sin embargo, seguimos sin ver terminadas las obras de la carretera comarcal que lleva a Acedera y por tanto a la N-430.

Los itinerarios seguidos por los caminos que surcan nuestro termino son, en general, fácilmente transitables por bestias de labor —las pocas que van quedando— y vehículos agrícolas, especialmente los que siguen la dirección Noroeste hacia la zona agrícola de los Sevellares; aunque habría que exceptuar algunos, ya citados, que siguen la dirección Norte o los que van hacia el Sur, por ser las zonas más accidentadas como vimos en el capítulo del relieve. No obstante, los caminos que siguen esas direcciones han perdido parte de su importancia ya que la Sierra se está infrautilizando actualmente y los molinos situados a orillas del Guadiana no son ya utilizados, cuando no han sido inundados por el embalse de Orellana. La importancia de los caminos que se dirigen al Suroeste viene dada por las pocas hectáreas de regadíos existentes en la margen derecha del Guadiana, aguas abajo del embalse.

La descripción de los caminos del término podemos seguirla fácilmente con el mapa elaborado delante. Son los siguientes:

Por su importancia histórica y tradicional para la ganadería empezaremos citando el Cordel de Ganado que viniendo por el camino vecinal de Acedera a Orellana tiene un trazado específico a partir de la Laguna de la Albufera  o Albuera, para una vez pasado el pueblo continuar en dirección Sur y cruzar el Guadiana por la conflictiva barca que existió antes de embalsar la Presa.

"No hay puente, sólo hay una barca en dicho río en la que se paga el pasaje regular de cuatro cuartos, cuando el río va metido en madre, y cuando va fuera de ella a real o más; los vecinos han pasado hasta aquí de balde, y sobre si pertenece a la villa o a la Señora Marquesa de San Juan hay litigio puesto en el Consejo".

(Respuesta nº 39 al Interrogatorio, ya citado, de la Real Audiencia de Extremadura en 1891)

Conflictividad comprensible desde el momento en que debía ser una zona de tránsito muy importante hacia la Serena, por lo que los beneficios no serían despreciables.

La topografía del Cordel de Ganado no es accidentada dentro de nuestro término excepto en el declive hacia el río. Una vez superado el Guadiana pasaba a tierras de la comarca de la Serena, zona de pastos de invierno del ganado transhumante procedente de Soria y León principalmente. En la actualidad apenas es usada esa vía para ese menester, debido a la mecanización de los transportes, aunque aún pueden verse algunos rebaños que cruzan el Guadiana por la Presa con dirección a la Serena.

Hacia el Norte el Camino de Navalvillar de Pela cruza la Sierra en dirección Oeste por el Puerto.

Con dirección Noroeste hay dos caminos con el nombre de la Suscripción. En esa dirección también discurren el Camino del Bonal y el Camino de Miajadas.

El Camino de Villavieja también sigue una dirección septentrional.

Camino de Villanueva se denominan dos: uno con dirección Oeste y otro Suroeste que cruza el Guadiana por un vado en el límite de Orellana con La Coronada. En esa misma dirección marcha el Camino de La Coronada y el de la Dehesa.

Con dirección Sur tenemos los siguientes: Camino de la Molineta, Camino del Cañal, Camino del Molino del Conejo, Camino de la Barca y el Camino del Molino que pasa por encima del Cerro de la Herrería, cota 358, y que conducía a un molino en la actualidad cubierto por las aguas del embalse.

En cuanto a la categoría y calidad de los caminos mencionados hay que decir que son todos caminos de herradura, excepto el de Miajadas y el de Villanueva que son de carreta.

Por último queremos hacer constar que algunos de ellos han sido mejorados y trazados otros nuevos por el IRYDA al realizar la concentración parcelaria prevista en los Sevellares hace unos años. No podemos ofrecer el trazado de esas nuevas pistas, como se las denomina por aquí, al no haber tenido acceso aún a los levantamientos catastrales que realizó dicho organismo a escala 1: 2.000 sobre la zona reseñada más arriba.  

 

6. Algunas consideraciones geológicas

La penillanura extremeña, dentro de la Submeseta Sur y al Oeste del Campo de Calatrava, se caracteriza por su inclinación hacia el Atlántico y escasa presencia de endorreismo —tan sólo representado, dentro de nuestra provincia, por el valle del Guadiana sobre los desaparecidos lagos terciarios Sereniano y Augustiano— lo que conlleva la pobre representación de sedimentos terciarios, que forman la base de las mejores tierras de cultivo, al haber sido destruidos en parte por la acción erosiva predominante en el Cuaternario.

La base geológica de nuestra región es de la Era Primaria o Paleozoica y está constituida por pizarras y cuarcitas principalmente. Dentro del Paleozoico el período más representado en el término municipal de Orellana son los pizarrales cámbricos que penetran desde la actual provincia de Cáceres hacia las comarcas de la Serena y Siberia Extremeña; distinguiéndose en ambas comarcas por ser pizarras más duras y compactadas las predominantes en la Serena. Las cuarcitas afloran en las serranías. En el caso de Orellana es bien palpable tras la erosión y arrastre de las pizarras cámbricas más blandas, quedando las cresterías de cuarcita de la Sierra al descubierto.

El Mesozoico o Era Secundaria no está representado en nuestro término ni en la provincia de Badajoz. Hay que tener en cuenta que no fue una era geológica de formación sino de erosión, durante la cual se configuraría en gran parte la penillanura extremeña.

En la Era Terciaria se producirá la sedimentación y plegamientos que configurarán casi definitivamente el relieve peninsular. Los restos del Terciario en la provincia de Badajoz son escasos, siendo —los que existen— los mejores suelos agrícolas. De sus períodos el representado en nuestra zona es el Plioceno con materiales de naturaleza arcillo-pedregosa que constituyen el horizonte B de los suelos representados en nuestro término municipal y ocupan la zona de topografía más llana, los Sevellares, en las proximidades de la Sierra de Orellana.

La Era Cuaternaria, configuradora definitiva del actual relieve, es patente en los depósitos de cantos rodados en las márgenes del Guadiana, visibles actualmente aguas abajo de la Presa de Orellana y en las vegas regables al Sur del término, también a orillas del río, con aluviones depositados por las aguas fluviales. También podemos considerar cuaternarios los derrubios de cuarcita existentes en la falda de la Sierra, con zonas características de cantos angulosos debido al escaso transporte al que han sido sometidos.  

 

7. Tipos de suelos

Antes de pasar al análisis de los tipos de suelos existentes en el término municipal de Orellana la Vieja quisiéramos hacer algunas consideraciones sobre la importancia de los suelos como condicionantes de los aprovechamientos agropecuarios, características geológicas de los mismos según el material del que proceden y algunos conceptos sobre el perfil de un suelo y sus horizontes.

El suelo es uno de los mayores condicionantes que encuentra el hombre al actuar sobre un medio natural con vistas a la explotación del mismo por medio de actividades primarias (agricultura y ganadería). Los factores que inciden en la formación de los suelos son múltiples, destacándose la roca madre o sustrato geológico, el clima, topografía, hidrografía, vegetación natural y la acción de otros seres vivos entre los que se encuentra el mismo hombre. Antes de seguir adelante intentaremos definir lo que se entiende por suelo. Es la parte superior de la corteza terrestre que sirve de sostén, junto con la atmósfera, de la vida en todas sus manifestaciones, y de la que son escalón primario las plantas verdes como productoras de alimentos.

La génesis o formación de los suelos será uno de los factores determinantes de los mismos, por lo que su conocimiento nos llevará al de sus características de poder de retención del agua, elementos nutritivos, profundidad y estructura, cultivos más favorables, erosionabilidad, etc. De aquí se deduce la importancia que tiene el conocer la estructura de los suelos y su clasificación. Ésta se realiza atendiendo a diversos aspectos, siendo uno de los más importantes el desarrollo de su perfil, que a su vez depende del grado de evolución o transformaciones que ha sufrido la roca madre por los factores que enumerábamos anteriormente.

El perfil de un suelo es un corte o sección vertical del mismo, en el que podemos observar las capas u horizontes que lo forman y son el resultado de transformaciones físicas, químicas y biológicas. Los horizontes o capas se clasifican, de menor a mayor profundidad, en A, B, C y D; distinguiéndose dentro de cada horizonte varios subtipos.

HORIZONTES DEL PERFIL DE UN SUELO

Horizonte

  CARACTERÍSTICAS

 

 

 

  A

  (A)

 

 

A

 

  Ap

Capa superior del suelo en el que a simple vista no puede distinguirse una capa de humus (materia orgánica). Es característico de los suelos poco evolucionados.

 

Es la capa superior cuando tiene humus que se transformará en sustancias minerales por la acción de agentes atmosféricos.

 

También se le llama horizonte antrópico (debido a la acción del hombre sobre él), es la capa superior cuando está afectada por labores agrícolas, siendo en ocasiones una mezcla de los horizontes A y B

 

 

  B

  (B)

 

 

  Bt

Se diferencia del horizonte A por carecer de humus y tener una estructura más compacta. También se le llama estructural, refiriéndose a una transformación de la estructura de la roca madre por alteraciones físicas y químicas.

 

Se caracteriza por la acumulación de arcilla sobre los agregados naturales (cantos, gravas, etc.). Este horizonte indica madurez del suelo y apenas tiene contenido en carbonato cálcico (CO3Ca).

 

 

  C

C1

 

  Ca

 

C

Es el material originario de los horizontes (B) o Bt que se encuentra entre ellos y la roca madre de la que se diferencia por una simple alteración física.

 

Son acumulaciones de CO3Ca que pueden presentarse a profundidad variable.

 

Es la roca sin alterar con signos de haber dado origen al horizonte C1 superior a él.

D

 

Estrato geológico que sustenta el suelo, aunque sin relación genética con él, pero que puede influir en su evolución, por ejemplo, si es una capa impermeable.

FUENTE: Reelaborado de A. Guerra Delgado y F. Monturiol Rodríguez: Explicación del Mapa Provincial de suelos. C.S.I.C. Madrid 1968, editado por la Diputación Provincial de Badajoz, pp. 19-22.

No vamos a entrar en detallar la clasificación de todos los suelos, pues sería una labor ardua y complicada —tampoco tenemos la seguridad de ser capaces de realizarlo con un mínimo de calidad y fácil comprensión— por lo que nos limitaremos a la descripción de los tipos de suelos existentes en nuestro término municipal. No obstante, incluimos la clasificación de los suelos de la provincia de Badajoz realizada por A. Guerra Delgado y F. Monturiol Rodríguez, a cuya obra remitimos para mejor entender dicha clasificación.

Para analizar los suelos y su distribución hemos confeccionado un mapa del término municipal a escala 1: 50.000 con la ayuda del Mapa de Suelos de la Provincia de Badajoz (1: 250.000).

En el término municipal de Orellana la Vieja existen cuatro tipos básicos de suelos. Son los siguientes:

- De entre los suelos poco evolucionados: Suelos aluviales.

- De los suelos con horizonte (B) estructural: Tierra parda meridional y xeroranker de erosión sobre pizarras.

- De los suelos con horizonte B textural: Suelo pardo mediterráneo sobre pizarras.

- De los suelos ferruginosos: Rotlehm sobre pizarras.

CLASIFICACIÓN DE LOS SUELOS DE LA PROVINCIA DE BADAJOZ

ORDEN

GRAN GRUPO

SUBGRUPO

SUELOS POCO EVOLUCIONADOS

1.- Suelos aluviales

2.- Regosuelos

 

2a.- Sobre arenas

2b.- Sobre margas

 

 

SUELOS CALIZOS

3.- Xerorendsina, suelo pardo calizo y suelo rojo

4.- Suelo pardo calizo

     - Sobre arcosas muy arenosas

4a.- Sobre calizas

4b.- Sobre pizarras

4c.- Sobre limos calcáreos con áreas de regosuelo calizo

 

 

 

 

SUELOS CON HORIZONTE (B) ESTRUCTURAL

5.- Tierra parda meridional y xeroranker de erosión

 

 

 

 

  6.- Tierra parda meridional

5a.- Sobre pizarras y calizas con áreas ligeramente carbonatadas

5b.- Sobre pizarras con áreas de rotlehm

5c.- Sobre rocas intrusivas ácidas o básicas con áreas de suelo pardo mediterráneo

     - Sobre pizarras con áreas de suelo pardo mediterráneo

 

 

 

 

 

SUELOS CON HORIZONTE B TEXTURAL

7.-Suelo pardo mediterráneo

 

8.- Suelo pardo-rojizo no cálcico

9.- Suelo rojo mediterráneo

 

 

 

 

 

10.- Suelo rojo y suelo pardo calizo

11.- Terra Rossa y litosuelos

7a.- Sobre pizarras

7b.- Sobre rocas intrusivas básicas

     - Sobre arcosas

9a.- Con horizonte Ca sobre pizarras

9b.- Con horizonte Ca sobre arcosa muy arenosa

9c.- Con horizonte Ca sobre limos calcáreos

     - Con costra

 

     - Sobre caliza

SUELOS FERRUGINOSOS

12.- Rotlehm y Braumlehm

     - Sobre pizarras

SUELOS HIDROMÓRFICOS O LIGERAMENTE HIDROMÓRFICOS

13.- Planosuelo

14.- Tierra parda húmeda con pseudogley

15.- Vertisuelo

 

 

 

 

 

16.- Vega parda

     - Sobre rañas

     - Sobre rañas

 

15a.- Sobre margas y arcillas con áreas de suelo rojo

15b.- Con estructura fina en superficie

15c.- Fuertemente estructurado hasta la superficie

     - Sobre margas

FUENTE: Reelaborado de A. Guerra Delgado y F. Monturiol Rodríguez: Explicación del Mapa Provincial de suelos. C.S.I.C. Madrid 1968, editado por la Diputación Provincial de Badajoz, p. 25.

Veamos una breve descripción de cada uno de los tipos de suelos representados en el término de Orellana:

Suelos aluviales

De los suelos poco evolucionados con perfil (A)/C, tenemos representación en los suelos aluviales formados por sedimentos arrastrados y depositados por el río Guadiana en épocas recientes. Se encuentra este tipo de suelos en las márgenes del Guadiana, en nuestro caso en la margen derecha, desde le Molino del Cañal hasta el final del límite administrativo de Orellana, pasada la Isla de Perales —formada toda ella por aluviones profundos y explotada mediante riegos intensivamente— en una franja cuya anchura oscila entre los 250 y los 750 metros, frente a la mencionada isla.

Químicamente se caracterizan estos suelos por ser pobres en nutrientes, necesitando abonados constantes; el PH suele ser ligeramente ácido; siendo, por el contrario, sus propiedades físicas catalogadas de excelentes debido a su textura areno-limosa, —terreno muy suelto y aireación excelente— con profundidades superiores al metro, encontrándose bajo los sedimentos abundantes cantos rodados de cuarcita no cementados. Al encontrarse en zona llana la erosión es prácticamente nula —a no ser que sobrevengan riadas— deduciéndose de todo ello sus estupendas cualidades productivas mediante el riego. Todo ello es bien patente, por cuanto las escasas tierras del término municipal puestas en riego son éstas, conocidas por vegas de la Dehesilla, siendo unas 16 hectáreas aproximadamente.

Tierra parda meridional y xeroranker de erosión sobre pizarras

De este tipo de suelo hay representación en el término en dos zonas bien delimitadas.

En el cuadrante Noreste del término, más concretamente en el área delimitada por la curva de nivel 400 metros o como mínimo la de 440 metros, que bordea la Sierra y, al Sur y al Oeste, por el camino que va desde el de Navalvillar de Pela a la laguna de la Albufera o Albuera, y desde ella en línea recta al Norte hasta el límite administrativo con Acedera. Es una zona que también puede identificarse fácilmente en el Mapa Topográfico Nacional 1: 50.000, ya que está marcada por la discontinuidad de las tierras de labor de los Sevellares por el Noreste.

La otra zona —más importante cuantitativamente— es el Sur y Suroeste del término municipal. Por ser más explícitos señalaremos por límites el Guadiana al Sur —excepto la zona aluvial ya señalada— y al Norte, el núcleo urbano de Orellana y el arroyo Carrascalejo, o más al Norte aún por el camino de la Suscripción. La topografía es alomada y formada por vaguadas que vierten al Guadiana y, por tanto, favorecen el proceso erosivo al estar el terreno deforestado; pues las repoblaciones de eucaliptus realizadas al Sur del pueblo no evitan gran cosa, ya que al realizar labores profundas al plantar han removido el escaso perfil fértil de estos suelos, quedando sin cobertera herbácea, que no es favorecida precisamente por esta especie arbórea ya que el principio activo contenido en su hojas —eucaliptina— impide una completa actividad microbiana en estos suelos.

Los suelos de tierra parda meridional tienen perfil A/(B)/C, aunque debido a la erosión pueden ser catalogados, en nuestro caso de xeroranker (por su escasa profundidad y vegetación adaptada a suelos secos) al ir perdiendo paulatinamente el horizonte (B), acabando en suelos poco evolucionados. Las características más notables, aparte su poca profundidad (0-15 cm. para los horizontes A y (B)) vienen dadas por el PH, de neutro a ligeramente ácido; no poseen CO3Ca; el horizonte A es de pequeño espesor, de color pardo y la textura puede ser limo-arenosa con un contenido en materia orgánica entre el 2 y el 3 %. Su horizonte (B) está formado por la desintegración física del material originario (horizonte C), en nuestro caso de rocas metamórficas como la pizarra. Son terrenos fácilmente erosionables, como ya dijimos, permeables y poca capacidad de retención de agua, por lo que la paulatina deforestación de especies autóctonas, acelera la erosión. Debido a ello las roturaciones agrícolas no son beneficiosas, debiéndose dedicar esos terrenos para producción de pastos para la ganadería lanar, esto es, mantener el ecosistema de la dehesa o intentar recuperarlo como medio de conservar el suelo y obtener una cierta productividad acorde con los recursos naturales disponibles.

Suelo pardo mediterráneo sobre pizarras

De entre los suelos con horizonte Bt, argílico o textural, el enunciado está representado en nuestro término en la zona central, Norte y Noreste. Corresponde, por tanto, a la unidad topográfica más llana y suave constituida en la penillanura de nuestro término —con altitudes entre los 340 y 380 metros— conocida por Sevellares.

Los suelos pardos mediterráneos sobre pizarras tienen un perfil Ap/Bt/Ca/C, que pasaremos a detallar a continuación junto con sus características más notables.

Estos suelos se desarrollan sobre pizarras de origen cámbrico y en superficies llanas o ligeramente onduladas, por lo que la erosión no es fuerte. La presencia del horizonte Ap u horizonte antrópico es debido a la acción humana, como indica su nombre, que mediante labores agrícolas ha mezclado horizontes, en este caso el A y el Bt. Este horizonte Ap es de color pardo con abundancia de cantos de cuarcita angulosos y espesores variables (20-25 cm. es lo normal en estos suelos).

El horizonte Bt, llamado textural o argílico, es lo que caracteriza a estos suelos y los confiere extraordinarias cualidades como después veremos. Contiene altas proporciones de elementos finos y arcillosos de color pardo oscuro, de 30 a 50 cm. de espesor aproximado. Los agregados de cantos procedentes de la Sierra están cubiertos de películas de arcilla (coating), y, además de ser ricos en nutrientes, posee un excelente poder de retención del agua.

El horizonte Ca suele ser una acumulación de CO3Ca en los intersticios de las pizarras. A veces, en vez de Ca, posee un horizonte BC de transición ente la roca madre y el Bt que hemos descrito, caracterizado por recubrir la arcilla de las pizarras.

El PH de estos suelos oscila alrededor de 7, por tanto, neutro. Rivas Godoy en su obra Vegetación y flórula de la Cuenca del Guadiana (pág. 85), recoge los siguientes datos para Orellana la Vieja en los horizontes más superficiales:

                                                              PH

Zona silícea (cultivos)                          6'4

Zona de calerizo (cultivos)                  7'1

En definitiva, el suelo pardo mediterráneo, en nuestro término, es relativamente profundo, rico en sustancias nutritivas, PH neutro con ligeras variaciones en ambos sentidos (ácido o básico) y con gran poder retentivo del agua, lo que le dota de unas estupendas características para el cultivo de secano. Actualmente su aprovechamiento se realiza con todo tipo de cultivos de secano, desde los cereales a las leguminosas —alternancia típica nitrogenante— así como melones de excelente calidad debido a la humedad almacenada en los horizontes inferiores permitiendo estos cultivos de primavera y verano sin necesidad de riegos. El plan de regadíos del Canal de Extremadura Central o de las Dehesas (popularmente conocido por cota 400) podría afectar estas tierras con la consiguiente mejora de productividad al aplicar cultivos intensivos de verano, aunque las dificultades técnicas del proyecto de regadíos —modificado para sacar agua del embalse de Puerto Peña desde la cota 350— ha creado incertidumbre, pues será necesario elevar el agua con el consiguiente encarecimiento, que quizás pueda compensarse con la menor cantidad de agua que consumirían estas tierras.

Suelos ferruginosos: Rotlehm sobre pizarras

El cuarto tipo de suelo de nuestro término municipal corresponde al orden de los ferruginosos y ocupa, según el Mapa Provincial de Suelos, todo el área correspondiente a la Sierra.

Como característica que lo distingue de otros suelos es el color rojo debido a la gran concentración de óxidos de hierro que contiene. Esto hace que se le empareje con los Suelos Rojos Mediterráneos y con la Terra Rossa, aunque las diferencias existen, como luego veremos, teniendo en común que tanto en el suelo Rojo como en el Rotlehm se da el proceso de rubefacción (fenómeno al que deben su coloración rojiza y consistente en la liberación de óxidos de hierro debido a la alteración química producida por las precipitaciones y posterior desecación del terreno).

Las diferencias más notables del Rotlehm con el Rojo mediterráneo es su mayor concetración de óxidos ferruginosos envejecidos e inactivos en la arcilla; más baja relación de sílice-aluminio; ausencia de CO3Ca y PH ácido. Esto en cuanto a sus características químicas. En lo que respecta a su localización geográfica el Rotlehm existe en zonas de fuertes pendientes y poco pobladas, en oposición a los suelos Rojos que se localizan en llanuras y se utilizan para el cultivo intensivo debido a su calidad agrícola.

El Rotlehm tiene un perfil Ap/Bt/BC/C con discontinuidades en sus horizontes. El horizonte Ap es alóctono (acumulaciones debidas a la erosión) por haber perdido su horizonte orgánico y posee una profundidad de unos 30 cm. y textura limo-pedregosa de cantos angulosos, no rodados, de cuarcita provenientes de las cresterías cuarcíticas de la Sierra

El horizonte Bt tiene un intenso color rojo, profundidad de unos 50 cm. —cuando no ha sido erosionado— y textura arcillosa.

El horizonte BC, con características del Bt y del C, alcanza grandes profundidades, tiene color rojo y gris claro, y conserva indicios de la estratificación de la pizarra.

El horizonte C está constituido por pizarras cámbricas en nuestro caso.

El aprovechamiento principal que se hace de estos suelos en nuestro término es olivarero. Para ello se han construido peanas, con piedras cuarcíticas, que aterrazan la pendiente de la Sierra evitando en gran medida la pérdida de suelo a lo que también contribuye el enraizamiento de los olivos. Las partes más agrestes, próximas a las crestas, están invadidas por vegetación arbustiva propia de los ecosistemas mediterráneos. Por último, en las zonas en que existen manantiales o se han excavado pozos el aprovechamiento se hace con huertos, algunos de considerable extensión y rendimiento.

Sólo nos resta añadir que esta reseña y distribución geográfica de los tipos de suelos del término de Orellana la Vieja se ha realizado basándonos en material cartográfico y bibliográfico, complementadas con observaciones sobre el terreno y testimonios de agricultores locales; faltando un verdadero estudio edafológico basado en el trabajo de campo mediante el muestreo de perfiles y análisis físico-químicos y biológicos de nuestro suelo.  

 

8. Climatología

El clima de Orellana la Vieja participa, en general, de las características del clima Mediterráneo pero también recibe otras influencias, oceánicas principalmente sin olvidar un cierto grado de continentalización.

El clima Mediterráneo caracterizado por veranos secos y cálidos, es bien patente con sólo echar una ojeada al climograma de Orellana; mientras que las máximas precipitaciones se registran en invierno seguido de la primavera y otoño.

Es la proximidad de la fachada atlántica lo que influye más y diferencia al clima extremeño del de la Mancha o del resto de la Meseta; favorecido, además, por la inexistencia de barreras montañosas hacia el Oeste.

Precisamente esta influencia oceánica se aprecia aún más en las zonas de mayor altitud, haciendo los inviernos más lluviosos y las temperaturas más suaves.

Como comprobación de lo anterior, comparemos los datos climáticos de Orellana con los de Villanueva de la Serena, que está relativamente cerca y, sin embargo, podremos apreciar ligeras diferencias en las temperaturas y las lluvias, debidas fundamentalmente a la distinta altitud sobre el nivel del mar.

VILLANUEVA DE LA SERENA (1940-1969) Altitud 294 m. 

Meses

E

F

M

A

M

J

J

A

S

O

N

D

AÑO

 

Oscil.

Térm.

Tº C

8'7

10

12'8

15'7

19'6

24'2

27'4

27'1

23'8

18'7

12'4

8'5

17'4

18'9

Prec.mm

59

59

57

41

37

22

4

4

25

50

56

60

474

 

 

ORELLANA LA VIEJA (1961-1971) Altitud 351 m. 

Meses

E

F

M

A

M

J

J

A

S

O

N

D

AÑO

 

Oscil.

Térm.

Tº C

6'7

10

9'3

13'8

16'1

21'5

26'4

24'8

21'3

21'5

10'8

5'7

15'5

20'7

Prec.mm

100'6

108'8

70'1

62'2

30'5

30'7

10'2

10'3

33'4

60'6

77'1

54'4

649'3

 

 

La media anual de las temperaturas de Villanueva excede en casi dos grados a la de Orellana, cuya causa sería la menor altitud (57 m. inferior) y la composición del suelo de Villanueva que es en gran parte muy arenoso. Por el contrario la pluviosidad es mayor en Orellana, que incluso se acerca bastante a la cantidad mínima de agua que se considera propia del clima oceánico (de 800 a 2.000 mm. anuales).

Villanueva está situada en una posición más occidental que Orellana y, por tanto, más próxima al Atlántico, sin embargo recibe esta última mayores precipitaciones anuales; de ahí que tengamos que decidirnos por la altitud como el factor condicionante de las distintas cantidades pluviométricas registradas en estas dos poblaciones.

Observando un mapa de precipitaciones de Extremadura, podemos confirmar la relación existente entre altitud y precipitaciones, pues se aprecia que las zonas que reciben mayores aportes de agua son las más elevadas de la región. Apréciese el encuadramiento de Villanueva y de Orellana entre las isoyetas de 400 y 600 mm. y sin embargo esas cantidades son superadas ligeramente por Orellana.

La elevada amplitud u oscilacion térmica anual (18'9º en Villanueva y 20'7º en Orellana) no llega a rebasar los 25º C, que es lo que se considera umbral inferior de la oscilación térmica en un clima continental, por lo que pesan más los caracteres oceánicos que los continentales a pesar del frio invernal.

El período de heladas suele ser el comprendido entre diciembre y marzo, aunque excepcionalmente pueden adelantarse o retrasarse hasta un mes. De todas formas los días libres de heladas fluctuan entre 200 y 240 al año. La insolación supera las 2.700 horas anuales e incluso las 3.000 en zonas próximas, como en la Serena o las Vegas del Guadiana.

Los meses de julio y agosto son de una aridez manifiesta, pues se aprecia claramente que las precipitaciones en milímetros son inferiores en menos de la mitad de las temperaturas en grados centígrados.

Si calculamos el índice de aridez termopluviométrico (ITP) usado por Dantin y Revenga, tendremos:

ITP = (100 x Temp. media): Precip. anuales

ITP = (100 x 17'4): 474 = 1.740: 474 = 3'6 para Villanueva.

ITP = (100 x 15'51): 649'3 = 1.551: 649'3 = 2'3 para Orellana.

Si estos índices de aridez los comparamos con los siguientes criterios para conocer el grado de humedad o dominio climático donde nos encontramos, tendremos:

España          húmeda                 Índice de aridez de              0 a 2

   "                semiárida             "                "               "         2 a 3                       Orellana              2'3

   "                árida                    "                "               "         3 a 6                       Villanueva           3'6

   "                subdesértica        "                "               "          > 6

Si observamos un mapa pluviométrico de España, podremos situar por encima de la isoyeta de 600 mm. a Orellana, pues dicha línea pasa por la mitad aproximadamente de Extremadura; y Villanueva justo por debajo de la mencionada isoyeta.

De todo lo anterior se puede comprender que el mayor condicionante para la agricultura y la vegetación será el grado de aridez de estas tierras, por lo que es imprescindible la puesta en riego de una mayor cantidad de hectáreas de terreno agrícola. Esperemos que el Canal de las Dehesas o de Extremadura Central, cuando se ponga a regar nos afecte la zona de los Sevellares con el consiguiente incremento de la producción agraria y consecuente elevación de la riqueza de nuestro entorno.  

 

9. Hidrografía

Guadiana y embalse de Orellana

Ya hemos hecho mención en repetidas ocasiones al Guadiana y a la Presa próxima a la localidad. El Guadiana es un río muy irregular como casi todos los españoles, acentuándose esa característica en su tramo extremeño por no recibir afluentes de régimen nival o pluvionival procedentes de montañas, como ocurre con el Tajo, por lo que sufre unos estiajes muy acentuados.

Esto hizo necesario regular toda la cuenca del Guadiana, labor que se inició con la Ley de 7 de Abril de 1952 y que aún no ha sido terminada en la actualidad. Pues si bien se construyeron las presas de Cijara, García de Sola y Orellana, son a todas luces insuficientes, tanto para prevenir las riadas como para abastecer de agua, no solamente las 100.000 ha. acualmente en riego, sino hasta las 300.000 que son factibles de ser regadas.

La Confederación Hidrográfica del Guadiana (C.H.G.) pone como ejemplo de la efectividad de los embalses construidos para prevenir riadas, la producida entre los días 15 de febrero y 5 de marzo de 1964, en que de no haber sido por las presas construidas se habrían alcanzado los 5.800 metros cúbicos por segundo el día 24 de febrero, quedando reducida a 1.210 m3/seg. en Orellana el día 27 del mismo mes. Pero con posterioridad se han producido verdaderas avenidas, en buenos años hidráulicos, en los que  se ha comprobado la insuficiencia de la capacidad de regulación de dichos embalses.

En el extremo opuesto, la sequía pertinaz de los últimos años ha puesto de manifiesto la debilidad de las infraestructuras hidráulicas y la necesidad de empezar a usar el agua de un modo más racional, pues el sistema tradicional de riego por gravedad es despilfarrador y urgen las reformas necesarias de infraestructuras, de enseñanza t concienciación a los agricultores de las nuevas técnicas de riego por goteo.

Ciñéndonos al término municipal de Orellana la Vieja, hemos de señalar que el río sirve de límite administrativo con Campanario, Esparragosa de Lares y La Coronada.

El uso que de las aguas del embalse se realiza ya queda reflejado anteriormente, añadir solamente que también se utiliza para la producción hidroeléctrica y el abastecimiento humano, sin olvidar el uso recreativo-deportivo y turístico que desde hace años se hace del embalse y que últimamente se intenta potenciar, tanto desde iniciativas de C.H.G como desde los ayuntamientos ribereños que han constituido la Mancomunidad Turística y Cultural de Lacimurga, como segundo intento mancomunado tras el fracaso de la que se constituyó a finales de la década de los 60 y principios de los 70 con el nombre de los Lagos.

Según el M.T.N. 1: 50.000, en las hojas publicas en 1940, por tanto anteriores a la construcción del Pantano, las tierras mejores que han sido inundadas eran las del Sureste, donde existían buenas y fértiles huertas, no como las que estaban al Oeste de la antigua Barca que enlazaba el camino vecinal que conduce a Campanario, que eran aprovechadas más para pastos aunque también se roturasen.

Teniendo en cuenta que la cota máxima de la Presa es la 320 y que antes de su construcción el Guadiana discurría entre las curvas de nivel de 280 m., resultan unos 40 metros de altura de tierras inundadas, siéndonos por el momento imposible calcular la superficie real inundada del término municipal.

Arroyos

En cuanto a los arroyos que desaguan en el Guadiana y que discurren por tierras del municipio, tenemos que citar el Arroyo de la Arrayanada, que nace cerca del pozo situado en el camino de la Sierra, a unos 370 m. de altitud aproximadamente, y que desemboca en el Arroyo del Carrascalejo, que nace en las proximidades de la Laguna del Santo y drena en las proximidades del Molino de Pepe el Chico, ya en la confluencia de los términos de La Coronada y Don Benito. Ambos arroyos —Arrayanada  y Carrascalejo— confluyen en la proximidad del límite de Orellana con Acedera, entre los caminos de Miajadas y el Bodonal. El Arroyo de la Arrayanada ve incrementado su caudal, cuando lo tiene, por otro arroyo que a su vez es consecuencia de la unión de otros dos, uno de los cuales nace en las proximidades del kilómetro 7'5 de la carretera de Acedera a Orellana y el otro al Oeste del kilómetro 8 de la citada vía.

Otro arroyo que nace dentro del término municipal y desagua, también dentro de él, en el Guadiana, es el que comenzando en las proximidades de la Laguna del Santo y con dirección Oeste que más tarde se torna al Sur, desemboca en las proximidades del Molino del Cañal y del camino que a él conduce.

Por último citar el Arroyo de los Aljibes, continuación de la Rejilla, que recibe todas las aguas del pueblo; así como el Arroyo Blanco y el que pasa por las traseras y casi paralelamente a la calle Calvario (la Correra se le denomina).

Lagunas

Aparte de la ya citada del Santo, solamente reseñaremos las del Camino de la Sierra, a escasos metros de la población y al Norte de la misma; la Laguna de la Albufera o Albuera al lado de la carretera de Acedera, entre los kilómetros 4 y 5; y otras dos más recientes construidas en dos arroyadas próximas también a la citada carretera (Charca de la Pizarra).

Fuentes pozos y manantiales

Fuentes existieron muchas dentro del término, quedando de ellas solamente leves recuerdos, pues el hecho de encontrarse algunas en tierras repobladas de eucaliptus las han secado hace ya bastantes años (otra de las muchas "ventajas" de estos vampiros vegetales).

Citaremos en primer lugar la Fuente de San José, la del Venero y la de San Juan, en las proximidades del Cerro del Viso. Más alejada, pero con una agua excelente, está la Fuente del Caño, en la base de la Sierra desde donde se puede pasar al Puerto y acceder al Valle por el camino de Pela. El Pozo de los Arreyanales, ya le citamos al indicar el nacimiento del Arroyo de la Arrayanada.

Otras fuentes dignas de ser mencionadas son: Fuente de la Dehesilla, situada en los Tercios, al Sureste del término. La Fuente de Matreboloso, de escaso caudal y situada en el Cerro Gordo en las proximidades de unos peñascos conocidos vulgarmente por el Castillo Montalbán. Fuente de la Tesora, en una vaguada que baja al río, por las traseras la calle Calvario. La Fuente del Cura, cerca de la ya citada de la Dehesilla. El Manantial de Maiserrana, entre el Cerro Gordo y el Cerro de la Herrería. Y las Fuentes del Ladrillar y de la Pizarra, ambas en las proximidades de la Laguna del Santo.

Dentro del núcleo urbano del pueblo citaremos la popular Fuente Basta en la actual plazuela del Pilar, que actualmente está cubierta y aún sigue manando agua que se pierde inutilmente por el saneamiento del pueblo. Su recuperación podría ser emprendida, sobre todo para compensar las épocas de sequía en que hay una gran demanda de agua fina procedente de la Fuente del Caño, cuya conducción al pueblo se acometió en los años 80 y de la que existen tres puntos o fuentes urbanas.

Molinos hidráulicos

Volviendo al río Guadiana —para acabar este capítulo— queremos dejar constancia de que antes de la construcción del Pantano y del uso generalizado de la enegía eléctrica en las industrias panificadoras y harineras el aprovechamiento de la corriente del Guadiana como fuerza motriz de las enormes piedras o muelas de los molinos de cereales, es fácilmente comprobable por el número de molinos hidráulicos. Encontramos dos de ellos en el término de Orellana, el Molino del Cañal y el que está casi en el vértice Sureste hoy cubierto por las aguas del embalse; y uno en el término de Campanario, el Molino del Conejo.  

 

10. Epílogo y bibliografía

Nada más, solamente nos resta señalar que la presente aportación al conocimiento de nuestro término municipal está incompleta, pues fue realizada en 1983-84, basándonos en cartografía muy elemental (M.T.N.) y sin ánimos de ser exhaustivos ni pretender hacer algo definitivo. Esperamos poder seguir aportando datos y estudios que profundicen o amplian este breve bosquejo del espacio jurisdiccional de Orellana.

   Cándido González Ledesma

ALBAREDA, J.M. y HOYOS, A.: Edafología, Ed. SAETA, Madrid 1961.

GABIRIA, M.; MEJIAS, F.; BAIGORRI, A.; SERNA, J. y colectivo: El modelo extremeño: Ecodesarrollo de la Serena y Siberia, Ed. Popular, Madrid 1980.

GUERRA DELGADO, A. y MONTURIOL RODRÍGUEZ, F.: Explicación del Mapa Provincial de Suelos (Badajoz). Instituto Nacional de Edafología y Agrobiología "José María Albareda" del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Madrid 1968.

MAPA DE SUELOS DE LA PROVINCIA DE BADAJOZ, escala 1:250.000 realizado por la sección de Cartografía de Suelos del Instituto Nacional de Edafología y Agrobiología "José Mª Alabareda" del C.S.I.C., Madrid 1968.

MAPA TOPOGRÁFICO NACIONAL, escala 1: 50.000, hojas nº 754, 755 y 779.

RIVAS GODOY,: Vegetación y flórula de la Cuenca del Guadiana.



[1] GABIRIA, M.; MEJIAS, F.; BAIGORRI, A.; SERNA, J. y colectivo: El modelo extremeño: Ecodesarrollo de la Serena y Siberia, Ed. Popular, Madrid 1980.